Capítulo 20.2 - (Final de la temporada)

Quedé con Justin para dentro de 15 minutos. Ya estaba vestida. Ya estaba lista del todo pero si llegaba antes de la hora parecería una obsesa. Me dijo que me tenía una sorpresa preparada. ¿Qué será? Me encantan sus sorpresas. Siempre son increíbles. Cada vez que me prepara una sorpresa me entran ganas de llorar de la emoción y algo me dice que esta vez la sorpresa será algo que me llevará a vivir el mejor momento de mi vida. Es tan adorablemente adorable. Sigo flipando que está conmigo y no con otra persona. Estoy impaciente. Uff. Todavía faltan 5 minutos y el vive a menos de 1 minuto. Me estoy empezando a obsesionar con este chico. Que digo llevo obsesionada con él desde hace 2 años, desde que empezó toda nuestra historia. Parece mentira. Y pensar en todo lo que hemos vivido. Uff. Miro el reloj, por fin, es la hora. Salgo de mi casa y voy a su casa corriendo. Timbro a su puerta y me abre. Estaba guapísimo.
-Hola princesa – me agarra de la cintura, me acerca a sus labios y nos fundimos en un beso suave y pasional mientras yo le rodeaba su cuello con mis brazos tirando de él hacia mi. Nos separamos.
-Hola Just. ¿Me dejas pasar?- le pregunto señalando el interior
-Primero ponte esto- me dijo entregándome un pañuelo.
-¿Para qué?
-Es una sorpresa
-Está bien, pero pónmelo tú- le digo entregándole el pañuelo. Me sonrió, cogió el pañuelo y me dí la vuelta para que él me los tapara
-¿Te fías de mí?
-Siempre lo he hecho- pude notar como me levantaba cuidadosamente por las rodillas y la espalda.- Puedo valerme por mí misma
-Prefiero llevarte así- me dijo con una voz tierna.
Noté como si estuviera subiendo unas escaleras. Y después de subirlas me bajó al suelo y me dirigió. Oí como abría una puerta
-No habras los ojos hasta que yo te lo diga- yo asiento y después me empezaba a quitar la venda. -¿Preparada? -yo asentí una segunda vez- Abre los ojos - abrí los ojos vi algo que no me esperaba en absoluto, su habitación. Era increíble. Estaba toda adornada con rosas por encima de la cama y alrededor de ella velas aromaticas.
Lo había preparado para mí. Lo miré y el me sonrió. Me cogió de la mano y me acercó a él. Pero no me acercó a sus labios si no que acercó su boca a mis oídos.
-Ya que no tuviste una buena primera vez. ¿Por que no tener una buena segunda vez?- susurró con ternura. Lo miré y le sonreí. Se acercó a mí y esta vez sí que me besó. Me besó cuidadosamente. Poco a poco fuimos cayendo en la cama sin importarnos el resto del mundo. Solo estábamos él y yo. No existía nada más. Todo lo que existe a mi alrededor no existe. No existen los problemas, no existe la tristeza, no existe absolutamente nada que no seamos él y yo. Sintiendo cada rincón de nuestra boca a través de nuestro beso, pero deseando explorar un mundo más allá. Notaba como una sus manos recorría mi cuerpo cuidadosamente teniendo cuidado de no hacer lo indebido, mientras que la otra acariciaba suavemente mi mejilla. Yo acariciaba con una mano su brazo y con la otra su cuello.
Los besos de Justin comenzaron a bajar por tu cuello con pasión succionando su piel dejándo huella de su paso, comenze a jadear cuando mientras una de sus manos bajaban la tira de mi fina camiseta y se aproximaba a mis pechos besándolos por encima.
Volvió rápido a unir sus labios con lo míos atrapando mi boca, deseando explorar cada rincón de ella, a pesar de que ya se los conocía hasta los más secretos, me dejaste llevar por completo, mientras nos besabamos, él levanto su cuerpo y se sostuvo sobre sus rodillas en la cama con mi cuerpo en medio y se quitó la camisa sacando por el cuello con agresividad luego la tiró a un lado y se volvió a acercar a mi para besar mi mis labios. Harta de que él llevase toda la situación, me giré dejándo bajo mi cuerpo, bajé mis manos hasta su pantalón y comencé a jugar con la cremallera de este, era como si mis manos turieran vida propia, pero en el fondo sabía que perfectamente que quería y era consciente de ello, sin detenerme le quité finalmente los pantalones con un movimiento de él para desaparecerlos de su vista y me la mía, dejando al descubierto sus boxers en el que se podía reflejar una erección. Me mordí los labios y él se dió cuenta del gesto. Me giró rapidamente pero con suavidad volviendo a la posición inicial, acarició mi pierna doblándola hacia arriba mientras continuaba intensificando el beso, cuando su mano llego hasta mi braguita temblé y cerré mis ojos con fuerza.
-No te preocupes, si no quieres no pasa nada- lo miré incrédula. Tal vez tenía miedo pero estaba segura de esto
-Estoy segura- me sonrió y volvió a besarme intensamente, colando su lengua a través de mi boca
Justin comenzó a moverse sobre mi para deshacerse de la prenda. Y sin ser aposta me estaba excitando más y más. Su miembro de chocaba una y otra vez con mi intimidad más preciada, a pesar de que él seguía en boxers, haciéndome sentir en el cielo. Cuando la prenda llegó a mis tobillos, él se detuvo dejando caer todo su peso, y yo, con mi propio pie dejé que las braguitas negras cayeran bajo la cama.
Ahora estaba completamente desnuda, así que más por desigualdad que por vergüenza, le quité los bóxers rápidamente, para quedar por fin en las mismas.
En ese momento no me arrepentías de nada, y aquello me estaba volviendo loca, sus caricias, su roces, sus besos, sus labios recorrer mi cuerpo, sus dedos tocandoo todo como si de porcelana fuera me hacía sentir una princesa. De pronto él separo su cuerpo del mío y sin ningún tipo de aviso, experiencia o algo por el estilo lo volvió a juntar con velocidad, provocando una sensación que desconocía, la que activaba todos mis instintos y nervios, al principio me asusté porque gritaté ante la sensación, que por otra cosa luego cuando empezé a ver que él al igual, también gemía y jadeaba como loco. Relajo de nuevo su cuerpo dejando que el placer se apoderara de ti, esa era tu primera vez de verdad. Poco a poco, suave y placentero fuimos llegando a aquel climax del que la gente tanto hablaba, pero que yo nunca había experimentado. Se separó de mi y se quedó tumbado a mi lado mirándome fijamente y con una sonrisa de lado a lado.
-Te amo princesa
-Y yo a ti Justin
Me acerqué a su cuerpo apoyando mi cabeza sobre su torso desnudo y él quedando debajo de mi y noté como me rodeaba con uno sus fuertes brazos mientras que el otro tocaba mi pelo suavemente. No podía creer lo que había pasado. No había sido mi primera vez, pero para mí lo fue. La otra vez no fue nada. No sentí nada. Esta vez, Justin me hizo sentir protegida y amada. Me hizo sentir todo lo bueno que se puede sentir. Todo lo que siempre había deseado sentir.
-No hay nada como tú princesa- me susurró al oído. Levanté mi cabeza para quedarme a la par de su mirada. Le acaricié la mejilla con una de mis manos

-No hay nada como tú y yo- lo besé. No tardamos en dormimos el uno pegado al otro. Sin soltarnos ni un momento. Amándonos a cada segundo. Viviendo juntos cada segundo del momento, aunque mientras dormíamos éramos insconscientes, éramos conscientes de que era exactamente lo que queríamos, sentirnos a menos de un milímetro del otro. Él me enseñó que pase lo que pase siempre estará a mi lado y que, los para siempre son solo un principio de un infinito.

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Dios, aquí se acaba la temporada, pero aún me queda por subir el epílogo que lo subiré en un rato, porque aun tengo que escribirlo.

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