Capítulo 22 "Lucharía por él"

Justin seguía mirándome y yo solo tenía la cabeza bajada con la mirada al suelo. Mi mente seguía dándole vueltas a lo que mi madre ha dicho. Tal vez, realmente es lo mejor. ahorrarnos lo que ya es evidente: acabaremos destrozados los dos.

-No te lo estarás planteando de verdad, no?- levanté mi cabeza a Justin- Porque yo no lo hago. Yo no me estoy planteando esto.

-Justin… tal vez… tal vez esto es lo mejor. aunque detengamos mi boda aún tendríamos que detener la tuya. Es imposible. Ya has oído a mi madre

-Yo no la quiero a ella. No quiero a tu hermana. Solo te quiero a ti. Eres tú con la que quiero compartir mi vida, no con ella

-Lo sé. Yo también quiero que seas tú con quien comparta mi vida… pero…

-Estás dejándome?- Me preguntó- Dime ___, me estás dejando?

-No lo sé. No sé lo que hago. No quiero hacerlo. Pero tal vez mi madre tenga razón y es mejor ahorrarse los daños ahora

-No cambiará nada. seguiremos dolidos. Pero lo peor es que vamos a estar frustrados por no haberlo intentado siquiera. Por no haber luchado lo suficiente. Si detuviésemos las dos bodas, te quedarías contigo.

-Claro que lo haría. Pero es imposible. Una puede, pero no las dos. Solo quedan 47 días. No conseguiremos nada. solo nos seguiremos haciendo ilusiones y acabaríamos muy dañados ambos. No quiero salir dañados- Mi voz se quebraba. Sentí como Justin rodeaba mi cuerpo atrayendome en un fuerte abrazo. Me sentía protegida en el cobijo que son sus brazos.

Es irónico. hace unas horas era yo quien lo consolaba, quien lo abrazaba. Ahora es él quien impide que me decaiga.

Duele. No sabéis como duele. Duele no poder estar con esa persona a la cual amas. Duele no poder estar siempre en esos brazos en los cuales te sientes protegida… amada… a salvo.

-No me dejes pequeña, No te alejes de mi. Encontraré un modo. Te lo prometo- A cada oración que decía, creaba una pausa- No pienso dejarte ir. Llevo 2 años esperando por tenerte en mis brazos, o al menos ese es el tiempo que he estado consciente de ello.- Llevó su mano a mi mejilla provocando que le mirase. Sus ojos, al igual que los míos estaban aguados, solo que los míos tenían lágrimas surcando mis mejillas. Limpió los restos de mis lágrimas. Nuestros labios estaban próximos al del otro. La respiraciones de ambos aceleradas

-Besame- Y así hizo. Acortó la distancia con el mejor beso que me han dado en mi vida. Nunca, había sentido un beso de esa manera. Con tanto… no sé, tal vez amor. El amor que le tengo yo a él. El amor que me tiene él a mi. Aquellas personas que dudan de si de verdad su pareja les ama, es porque no experimentan el amor, si es que se lo tienen, de esa persona. su mano tiraba de mí lo más cerca suyo posible, mientras que la otra proporcionaba caricias a mi mejilla. Yo me limitaba a posar mis mano en su fornido pecho y a entregarme al máximo a nuestro amor. A decirle con mis besos lo mucho que lo amo. Pero no es un simple amor. Dicen que hay un punto del amor, en el que sientes que no necesitas a nadie más ni nada más. Que solo necesitas su amor para sobrevivir y que si llegas a perder ese amor tu vida estará muerta para siempre. Tu alma morirá, puesto que habrás perdido lo que mantenía la esperanza en tu alma. Lo tenía muy claro. Lucharía por él. Lucharía por nuestro amor. Lucharía por nosotros. Nuestros labios se despegaron apenas unos centímetros para coger el aire que perdimos- Hazme el amor- susurré. Él sonrió como si le hubieran dado la vida y volvió a besarme con más ardor que antes.

-Aquí no. Pueden vernos. Vayamos a tu cuarto.- Me besó una última vez y nos separamos. Agarró mi mano con una sonrisa y nos dirigimos como dos tontos enamorados a mi habitación.

Teniendo cuidado de no tropezarnos con nuestra familia. Al llegar a mi habitación cerré la puerta con pestillo y él vino por detrás y me cogió en volandas como unos recién casados y reí por ello. Me posó con suavidad en la cama y me besó. Procuraba no recaer todo su peso sobre el mío. Sus besos bajaban por mi cuello y sus manos agarraban mi camiseta para alejarla de mi cuerpo y acabar tirada en algún lugar de la habitación. Su camisa ya estaba a medio desabrochar. Él soltaba alguna que otra risita por mi desesperación por quitarle esa maldita camisa. Se levantó y se sacó el mismo la camisa y la tiró volviendo a su trabajo en mi cuello. Cada vez sus labios bajaban más. Hasta que llegaron a mi escote limitado por mi sujetador. Los gemidos empezaban a hacerse presente en mis labios. Su mano se coló por mi espalda buscando el cierre de mi sujetador. No le costó desabrocharlo y quitarlo con suavidad. Siempre he tenido complejo por mis pachos. Sé que él ha visto mejores pechos que los míos. Al ser una bailarina, tengo que desarrollar menos pechos. Por suerte no me crecieron demasiado, así que no ví la necesidad de tomar anti-hormonas femeninas. Pero para estas cosas si que son una verguenza. Solo uso una 80, aunque C.

- Para mí son perfectos- Susurra en mi oído con voz ronca. Como puede ser capaz de leerme la mente?- No te comas el tarro con ello- Sus manos jugaban acariciando mis pachos. Los gemidos escapaban de mi boca. Sentía una humedad ahí abajo que no es normal. Sus manos ya empezaban, por fin, a trabajar con mis pantalones.

Se deshizo de mis pantalones y para cuando quise darme cuenta, también se deshizo de los suyos. No faltó mucho hasta que ya no teníamos ni una sola prenda en nuestro cuerpo que nos separase. Me miró a los ojos interrogándome con la mirada si quería eso. Yo me limité a  asentír con los ojos cerrados y con una sonrisa.

Y lo sentí. Sentí su miembro adentrarse en mi. Sentí el placer que me rodeo de inmediato.

-Joder… Mierda ___. Por qué eres tan estrecha?- Su voz estaba tan ronca. Su cuerpo empezó a moverse. Al principio iba lento pero poco a poco la excitación nos desbordaba y la velocidad subió. Las embestidas eran contundentes y rítmicas. Pero aún así mantenía la suavidad y el amor con el que lo hacíamos.

-Just...Justin! Oh Dios! Me vengo.- La excitación apenas me dejaba decir 2 palabras juntas.

-Vente conmigo- su voz era un conjunto del gemido con su melodiosa voz. Lo cual provocó que me viniera definitivamente y Justin conmigo. Se desplomó sobre mí con su cabeza en mi cuello.

Lo miré y ví una sonrisa. La sonrisa que me había causado amor desde el primer momento en que lo ví. Tal vez, siempre estuve enamorada de él, pero no fue hasta hace 4 años que acabé por darme cuenta

-Te amo. Te amo mi ___-  sus labios acariciaron los míos en un dulce beso.

-Yo también te amo Justin- agarró mi cintura y tiró de mi para dejar caer mi cabeza en su pecho. Su mano derecha acariciaba mi cuello, mientras que la izquierda jugaba con mi mano.

-Nunca te vayas de mi lado. Pase lo que pase. No lo soportaría- Levanté mi cabeza y le miré

-Nunca me iré. Te lo prometo. Pero prométeme que tú tampoco me dejarás sola.

-Te lo prometo. Pase lo que pase



Lamento mucho haber tardado tanto... llevo desde el miercoles fatal. El miercoles vomité 2 veces y una de esas veces tuve un bajón repentino de tensión y si no fuera por mi padre me habría llevado un buen golpe en la cabeza, puesto que casi me desmayo y caigo al suelo. Ayer me levanté con mareos y nauseas. Y hoy ya estoy algo mejor, pero no lo suficiente para centrarme. Iba a subir esto el martes, pero no me dió tiempo a subirlo así que dige que lo subiría el miercoles... y ya veis. El caso es que hoy si subo. Y lo que me dá más rabia es que hasta a partir del martes no podré subir. De hecho hoy tendría que estar haciendo los examenes de Gallego, Historia y Latín, pero como no pude....tendré que hacerlos después y no sé cuando. Lo que quiero decir es que a lo mejor no podré subir hasta la semana que viene. Besos y espero que os guste