Capítulo 30 - "Solo será un hasta luego... Lo prometo"
Días para la boda: 5
[Justin]
Sus ojos me miraron espectantes reconociéndome. Planee esto para poder tenerla cerca una última vez. Para sí, por lo que sea, finalmente no podemos detenerlo todo, poder tenerla para mí una última noche.
-Justin…- Susurró mi nombre. Cada vez que pronuncia mi nombre en sus labios suena como si fuera una melodía.
-Shh…- Le silencie - Ven conmigo. - La levanté de su asiento llevándola hacia el escenario e inmediatamente metiéndonos por los camerinos sin importarme los abucheos de esas personas, especialmente el de las señoras de 40 años que suelen acudir a este tipo de lugares con más frecuencia.
La llevé hasta el camerino privado que me dió el jefe del local, despues de soltarle una buena cantidad de dinero, y una vez dentro la abracé. La abracé como si la vida me fuera en ello, poruqe prácticamente era así. Mi vida era ella y si esta era la última oportunidad de poder abrazarla lo haría.
Ella fortaleció el abrazo y dejó escapar unos sollozos. Sabía que estaba llorando y no la culpo pues yo estoy apunto de hacerlo también. Me separo un poco de ella y le cojo la cara con mis manos acariciándola. Ella puso sus manos sobre las mías e hizo amago de sonreír.
-¿Qué haces aquí? - Preguntó hacia mi con la voz practicamente quebrada por las lágrimas que corrían por su hermoso rostro y las cuales yo recogía.
-Tenía que verte por última vez antes de eso. Necesitaba hacer esto. -Dicho y hecho la besé. Nuestros labios se unieron en un fogoso beso. Ahora ya no era solo ella la que lloraba, pues entre sus lágrimas pude distinguir las mías corriendo por mi cara. La apreté más a mi impidiendo que el aire nos alejara y ella correspondía torándo de mi cuello. El hecho de quedarnos sin aire fue lo único que nos llevó a separar nuestros labios, pero nuestro cuerpo seguía pegado por todas partes.
No tardamos en volver a fundirnos en otro beso. Era más apasionado que el anterior, más necesitado, más intenso. Suplicaba por más del otro. Sus manos se dirigieron desesperadas a quitar mi chaqueta y yo colaboré en ello sin despegar nuestros labios. Automáticamente la cogí por una pierna y ella subió la otra rodeando mi cintura. Nos dejé caer, con cuidado de no aplastarla, sobre el sofá del camerino. Sé que no es lo más romántico pero es el único lugar que tenemos.
Mi mano se coló por debajo de su espalda para intentar bajar la cremalera de su vestido y ___ se levantó quedando encima mía para bajarse la cremallera del vestido ante mi vista. Baje su vestido con cuidado y se lo quité. No podía apartar mis ojos de su cuerpo.
-Eres tan hermosa… - La miré a sus ojos todavía aguados por las lágrimas- Te amo. -___ Soltó un sollozo y sonrió con lágrimas en los ojos.
-Y yo a ti Justin… Mucho. - Me senté y la abracé por la espalda besándola. Sus manos sacaron despacio la camisa de mis pantalones y comenzaron a desabotonar sus botones. La lujuria y la prisa anterior se habían convertido en necesidad, amor, deseo… pero sobre todo el amor incondicional que creció en nosotros a lo largo de nuestros años.
Mi camisa acabó fuera del juego y ahora había un contacto de nuestros pechos casi perfecto. Ella misma se llevó las manos hacia el cierre de su sujetador desabrochándolo despacio y bajándose las tiras tan lentamente que casi fue una tortura para mi. En cuanto acabó con su sostén dirijí mis labios a su escote disfrutando de lo que probablemente nunca vuelva a disfrutar. Sus manos no se resistieron a bajar mis pantalones y en menos de un minuto ya los tenía bajados.
No tardé en dejarme llevar y tumbarla bajo mi cuerpo quitándonos las dos únicas prendas que nos impedían estar juntos. Y pasó, ___ y yo nos fundimos en cuerpo y alma. Con suavidad y amor. Con la esperanza de que algún día estaríamos juntos. Pero también con la angustia de que ya no podamos volver a estar unidos de esta manera. Lento y apasionado.
Mis embestidas provocaban gemidos que ella soltaba por su preciosa boca, pero los cuales yo callaba con la mía. Nuestros movimientos acompasados cada vez se volvían más energicos por la necesidad y la desesperación de lo que estábamos a hacer.
Nos derrumbamos al mismo tiempo en un orgasmo brutal. Tal vez fue el mejor que tuve nunca. Pero no creo que fuera porque fuera el mejor sexo que haya tenido sino por el hecho de que era ella quien me había llevado a tenerlo.
Me tumbé de lado mirándola mientras ella se encontraba boca arriba con la cara girada hacia mi. Estábamos desnudos el uno frente al otro y eso era lo que menos importaba. En ese momento solo existían nuestras miradas y el amor que podíamos transmitirnos entre nosotros. Sé que soy un maldito cursi, pero… el amor hace a las personas cursis.
De repente, de la nada, sus ojos comienzan a llorar y se abraza a mi. Sé perfectamente el motivo de esas lágrimas, puesto que ahora soy yo el que tiene que intentar no llorar y mantenerme fuerte mientras la abrazo.
-Esto es un adios, ¿verdad?- Hablas tras su llanto
-Solo será un hasta luego... - Da igual lo que intenten hacer… nunca me alejarán de ella. Y esa es una promesa que me hago aquí y ahora - Lo prometoAquí lo teneis.- Lo prometido, aunque tal vez un poquito más tarde. Solo queda 1 capítulo y el epílogo. Preparadas para el final de los PROBLEMAS?
Porfavor que la hermana consiga convencer al padre o algo porfavor merecen estar juntos de una buena forma *-* me encanta como escribes enserio ojala despues de esta hagas otra porque eres genial
ResponderEliminarTe prometo una cosa... que aunque la novela se acabe voy A reescribirla para publicarla en ebook siempre y cuando vaya A haber personas que la compren. Por supuesto barato Jajaja. Pero juro que merecerá la pena y además escribiré una nueva novela
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