Capítulo 20-2 (Final)

Bueno, aquí os dejo el último capítulo. Espero que os haya gustado la novela. Os prometo que en un mes empezaré a subir la 2º temporada. Os quiero. Un beso. Noelia

-Te quiero, Cashey- Nos miramos fijamente. Yo estaba sin aliento. Apenas podía respirar, por los escalones, por la emoción, por la lluvia que me calaba, por todos esos días de tensión acumulada. En ese instante, Justin sonrió. Se dio cuenta de lo que me pasaba. Estaba completamente bloqueada.

-Descubrí este parque la primera semana que llegué a esta ciudad. No fueron días sencillos. Después de clase, venía aquí y, cuando no había nadie, gritaba. Me servía para desahogarme, para soltar todo lo que llevaba dentro. Para dejar escapar mi angustia. Creo que a ti te pasa algo parecido. Por eso te he traído hasta aquí. Para que grites y te desahogues… Grita, Cashey- Pensé que se había vuelto loco. Sin embargo, sus ojos hablaban en serio. Me agarró con fuerza de la mano y me hizo un gesto afirmativo con la cabeza- Grita

Miré a mi alrededor. Solo estábamos yo y él. Necesitaba hacerlo. Necesitaba gritar con todas mis fuerzas. Liberar toda esta maldita tensión, este maldito agobio que me comía por dentro y no me dejaba respirar. Que no me dejaba vivir.

Y sin pensarlo más, grité. Todo lo fuerte que pude. Solté su mano, cerré los ojos y apreté los puños. Nunca había hecho nada semejante. Grité durante varios segundos sin parar. Sin complejos. Sin pensar que podía haber alguien mirando. Sin miedo. Y debo reconocer que fue como el antídoto a mis males. El mejor de los remedios. Nunca habría imaginado que gritar como una loca en medio de ninguna parte pudiera hacerme sentir tan bien. Terminé cuando quedé exhausta. Sin tiempo para reponerme, Justin se inclinó sobre mí y me besó. Con tanta energía y tanta pasión, que caímos al césped mojado. Unidos, en uno solo. Nos besamos bajo la lluvia. Me situé encima de él y él debajo de mi. Besándonos sin cesar. Y por primera vez desde hacía mucho tiempo, me sentí completamente liberada de problemas y tensiones. Era feliz. Completamente feliz. Dicen que en esta vida uno está feliz cuando tiene familia que le quiere, amigos que le apoyan y alguien a quien amar y con quien sentirse amado. Yo tenía esas cosas, aunque sabía que teniéndolo solo podía ser más que feliz. Me separé y le miré. Todavía seguíamos tumbados en el césped, mojandonos por la lluvia que caía. Pero no me importaba, porfin estaba bien conmigo misma. Porfin estaba con él. Con el chico al que de verdad amo. Le sonreí. Le sonreí con una sonrisa tonta. Una sonrisa de tonta enamorada y él me la devolvió de la misma manera.

-Te quiero Justin

-Yo te quiero hasta el infinito y más allá- y volví a juntar sus labios con los míos.

El resto del día decidimos pasarlo juntos. Sé que me caerá una bronca tremenda por no ir a clase, pero no me importa. No me importa nada más que él y yo. Hablando, riendo, disfrutando. Y discutiendo. Sí, también discutimos, pero lo bueno de las discusiones, es que después la reconciliación es mucho más dulce que el chocolate.

-Aún te tengo que preguntar una cosa

-¿El qué?

-¿Quieres ser el motivo de mi sonrisa cada día?- le beso. No pude evitarlo. No tenía otra manera de decirle que sí. Se separó de mí- ¿Eso es un sí o un no?

-Es un sí rotundo- Me acercó a él y me besó. Me besó como nunca antes me había besado nadie. Era como uno de esos besos que ves en las plículas y que deseas que un día te ocurra a ti. Pues bien, a mi me está pasando ahora mismo. Un increíble beso bajo la lluvia, que nunca me pareció tan hermosa, en este parque que a partir de ahora se convertiría en mi lugar especial Ni Luck, ni Chaz, ni siquiera él antes. ¿Pero quien es Luck? Eso es una historia que ya contaré más adelante. Porque ahora Cashey y Chaz son historia. Al igual que Justin y Caitlin. Ahora empezaría Justin y Cashey: Jashey. Pero no sabía que el futuro me depararía un gran reto.