Capítulo 6 "Tengo que decirle que le amo"
Al entrar en mi habitación cierro la puerta detrás de mi sin ni siquiera darme cuenta de que Vanessa y Courtney están ahí. Me deslizo por la puerta hasta llegar a sentarme en el suelo rodeando mis piernas con los brazos y ocultando mi cara mientras lloro. Inmediatamente Vane y Courtney se acercan a mi y se sienta cada una a un lado y me abrazan.
-Dios mío ___ que ha pasado?
-Te han dicho algo malo tus padres?
-Venga pequeña no llores. Todo tiene solución- al oír eso levanto mi cabeza mirando a Vane que fue la que lo dijo
-Solución? Qué solución tiene que me hayan prometido a alguien que no amo?- entonces ambas volvieron a abrazarme
-Cuentanoslo todo ___ no entendemos qué es esto- propuso courtney acariciándome el pelo. Me incorporé un poco y Vanessa me tendió un pañuelo para que me secara las lágrimas. Empecé a contarles que mis padres me habían dicho que estaba prometida desde hace un tiempo y que sería con el hermano mayor de Justin. Y que mi hermana estaba prometida con él.
-Dios...lo siento ___. Pero… - hizo una pausa Vane y puso una cara de intriga- dime la verdad. Estas enamorada de Justin, verdad?- en ese momento creo que ya no tenía ninguna escapatoria. Me habían pillado. Confío en ellas, porque no se lo iba a contar
-Desde los 15 años- admití al fin
-La verdad es que algo sospechábamos- Courtney dijo con suspicacia y yo la miré confusa- Quiero decir… solo hay que ver como le miras. Como te pones celosa de todas las que le miran. Aunque no eres la única
-Courtney! Es un secreto!- dijo Vanessa alterada y negándole a Courtney que continue
-Espera...de que habláis?
-Tiene que saberlo Vanessa- ella hizo un gesto indicando que se rendía- Verás ___, a Justin… bueno… digamos que lleva enamorado de ti...un tiempo...como dos años- en ese momento me quedé en estado de shock. Que? Desde cuándo él siente eso por mi? Esas bailarinas...ese bordado… No se refería a simplemente amigos. Decía que estaría conmigo para siempre, pero como algo más. Era una indirecta y yo no supe verla. Dios, 5 malditos años enamorada de él y me entero ahora. El problema es que ahora vamos a casarnos, pero con otras personas. el mundo era cruel.
-Tengo que hablar con él. Tengo que decirle que le amo. Y si él de verdad siente lo mismo, tendré que hablar con mis padres.
-Pues a qué esperas? Vamos a ponerte de infarto para tu declaración- solté una carcajada- Mira Vane… la hemos hecho reír
-Sois las mejores amigas del mundo chicas- me dieron un fuerte abrazo las 2 y soltaron un “Oooow”- Bueno vamos, manos a la obra
Abrí mi gigantesco, lo había mencionado antes? Pues eso, gigantesco probador, era de tamaño de una habitación normal. Tenía unos 10m cuadrados. Me dirigí hacia la zona de los vestidos de fiesta y empecé a pasarles vestidos, vestidos, vestidos y más vestidos a las chicas. Que? Me gusta ir de fiesta. Tengo que tener vestidos para ocasiones. Los dejamos encima de la cama y estas empezaron a revisarlos y a pasarme uno a uno para que me los fuera probando. Me metí detrás de una pared de vestidor tríptico y me puse el primer vestido. Era negro entubado. Marcaba y definía totalmente mis cuervas. Me llegaba un palmo más abajo del culo y estaba sujeto por unos tirantes. Salí del “vestidor” y hice mi paseo
-Me encanta- dijo Courtney
-Si, pero tiene que ser algo más dulce. Con ese vestido lo único que le dirás es llevame a un callejón y follame- nos reímos con el comentario de Vanessa y me fuí a poner otro.
Me puse un vestido totalmente con brillos plateados. No bromeo. Era un vestido que tenía brillos de arriba a abajo sin dejar hueco. Era un palabra de honor y también un palmo por debajo del culo. Tuvo la misma reacción que el anterior. Parece que solo tengo ropa de puta. El siguiente vestido era un vestido de color morado, el favorito de Justin, de escote muy poco pronunciado, puesto que llegaba rodeando el cuello con una fina tira plateada. Era entubado y me llegaba por la mitad del muslo ajustandose perfectamente a todo mi cuerpo. En la cintura llevaba un cinturón de brillos plateados y negros cosidos a este. Cuando salí ambas se quedaron embobadas con el.
-Dios mío. Es precioso
-Ese...ese es el vestido. Dios Justin se va a quedar de piedra cuando te vea.
-De verdad?- ellas asintieron y yo me dirigí al espejo de mi puerta del vestidor. Al verme en el espejo, me sentí como una princesa. Como la Cenicienta. Siempre me encantó esa princesa. De ser una criada, se convirtió en una princesa al encontrar al hombre que ama. así me siento yo. Aunque claro está, que no soy una criada. Entré al vestidor y cogí unos zapatos del mismo color que el vestido y me los llevé en mi mano y salí.
- Bueno chicas… os toca princesitas dormidas- ambas rieron. Tardamos un poco más pero finalmente ambas las tres estábamos perfectas.
Courtney llevaba un vestido negro también en tubo que se cruzaba los tirantes de este en la espalda dejando parte de ella al descubierto. También iba por la mitad del muslo. Cogió unos zapatos rojo fuego.
Vanessa se decanto por un vestido entubado, en resumen, todos eran entubados. Es de color azul eléctrico y con una manga sola que cruza hasta el otro costado. la manga está decorada totalmente por brillos plateados, razón por la cual sus zapatos eran de brillos plata. Era el más corto de todos puesto que quedaba justo unos 5cm por debajo del culo. Más vale que no se le ocurra agacharse.
Cuando acabamos con los vestidos todas nos ayudamos a maquillarnos. Mi maquillage consistía en una línea negra por arriba, una línea plateada por debajo y una sombra muy difuminada en plateado brillante. Por supuesto también el rimel y un gloss rosa extra brillante. Las chicas se maquillaron más o menos como yo. A excepción de que Courtney se pintó los labios rojos, como sus zapatos. Me dejé el pelo natural. Ligeramente ondulado. A Justin le gusta más así, que liso totalmente.
Ya era la hora y el timbre sonó. Bajamos por las escaleras y salimos a fuera. Justin estaba apoyado en su coche con Ryan y Chaz a su lado. Creo que cuando me vió se quedó alucinado por que se le abrió levemente la boca y pude notar como su mirada me recorría. Pero no me intimidaba esa mirada. Me miraba inocentemente y no con lujuria. No como lo estaba haciendo Ryan, quien por cierto se mordia el labio. Aunque tambien miraba a las otras dos.
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