Capítulo 9
Tras
pasarme unos días encerrada en casa por el castigo que mis padres me
habían puesto después de que mi profe me pillara besando a Chaz, me
apetecía salir. Tenía muchas ganas de ir al centro, ver una peli en
el cine y comerme una hamburguesa de ésas enormes con patatas para
cenar. No soy de las que hace esto muy a menudo, pero hoy me ha
tentado la propuesta de Alice. A mediodía, mi amiga me llamó al
móvil y me dijo que qué me parecía una tarde juntas. Me iba a
negar, pero me sorprendí a mí misma contestándole que aceptaba y
preguntándole lugar y hora. ¿Las dos solas? Sí.
“Dios
llego tarde... Alice me mata” estaba pensando en el autobus. El
maldito autobus se retrasó 15 minutos y ahora ella debe de estar de
planton esperandome. Entonces empieza a sonar un telefono, es Alice
-Tía
¿donde estas?
-Lo
siento Alice el bus se atrasó, pero estoy llegando en 10 minutos
estoy allí
-Vale
date prisa, necesito que vengas y ya
-Vale,
vale- No entendía porque tanta prisa pero colgue.
Cuando
llegué al sitio en el que habíamos quedado, al que encontré
esperando fue a Justin. Intenté disimular mi sorpresa, aunque no sé
si lo conseguí. Lo saludé y él me respondió con frialdad. Apenas
cruzamos cuatro palabras. Seguía molesto conmigo, como durante toda
la semana. Desde que ocurrió lo de Chaz, ha mostrado esa actitud.
Pero… ¿qué hacía él allí? ¿Íbamos a salir juntos?
Alice
apareció inmediatamente gritando.
-Cashey
tí ya te vale, perdón es que fui un momento al baño
-No
pasa nada. ¿Podemos hablar un momento a solas?
-Claro-
me la lleve un poco apartada de Justin
-¿Se
puede saber que hace Justin aquí?
-Después
te lo explico- y se dio media vuelta hacia Justin
Llevan
la mitad de la tarde hablando con Justin y me dejaron de lado
totalmente, más bien iba de sujeta velas. ¿Habría algo entre los
dos? Según él, la última vez que hablamos, ella era sólo una
amiga y no le gustaba de otra forma. Pero por lo que estaba viendo en
ese instante, parecían más compenetrados y cercanos el uno con el
otro. ¿Había cambiado de opinión? Los tíos son así. No hay quién
los entienda. Aunque nosotras también tenemos lo nuestro. Si no,
cómo explicar aquellos celos que me estaban invadiendo por dentro.
No soportaba tanta risita y tanta complicidad entre ellos.
Quería
salir para pasármelo bien con mi amiga, no para sujetarle las velas.
Llevada por un impulso incontenible, agarré a Alice por la mano y
salí corriendo con ella hacia el cine al que íbamos a ir en el
final de la calle.
-¡Tú
compra las palomitas!- le grité a Justin, que se quedó inmóvil,
sorprendido por mi reacción.
Creo
que ninguno de los dos se dio cuenta de por qué hice eso.
Aparentemente, fue un gesto infantil y divertido. Pero la realidad
era muy distinta. Me gustaba Justin. Y verlo tan cariñoso y atento
con mi amiga me fastidiaba. El problema era que hacía dos horas
había hablado por el MSN con Chaz. Y mis sensaciones con cada una de
sus palabras eran las mismas. Estuvimos charlando de todo un poco,
riéndonos, intercambiando iconos… En la soledad de mi habitación,
sonreía, suspiraba y me convencía a mí misma de que Chaz había
cambiado. Tal vez lo nuestro sólo había sido un descanso. Una pausa
de ésas que hacen algunas parejas para aclarar lo que sienten de
verdad. Sin embargo, ¡Justin también me gustaba! Entonces, ¿a cuál
de los dos prefería? Sabía que me estaba comportando como una cría,
pero era incapaz de aclararme. Aunque lo más curioso de todo es que
no estaba ni con uno ni con otro.
Nos
pusimos a la cola para comprar las entradas, y Alice me empezó a
hablar.
-Me
voy a declarar a Justin y quiero que tú me eches una mano- Me quedé
con la boca abierta.
-¿En
serio?
-Si,
me gusta mucho y creo que yo también a él
-¿Estas
segura de esto Alice? ¿Y si no es así?
-Estoy
segura. Total no hay nada que perder
-Bueno
si tú lo crees
-Lo
creo
Según
me contó, había tenido sus dudas, porque no estaba segura de los
sentimientos del chico hacia mí. Aquel corazón con la «M»
dibujada en su cuaderno que vimos antes de Navidad aún le hacía
sospechar. Pero después de que se besaran en la juguetería y de que
yo me liara con Chaz, con el que creía que formaba una muy buena
pareja, decidió contar conmigo para intentar conquistar el corazón
de Justin. Y qué mejor que salir los tres juntos un sábado por la
tarde.
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